Dayana Jaimes se defiende de sus críticos por el dinero que tiene: "Fui bendecida y afortunada"

Dayana Jaimes, la viuda del fallecido cantante Martín Elías, se ha defendido de sus críticos, quienes le han cuestionado de dónde saca el dinero que usa para celebrarle fiestas de cumpleaños muy coquetas a su hija.

La comunicadora se ha vuelto una celebridad en internet, donde sólamente en Instagram supera los dos millones de seguidores y donde comparte contenido relacionado con su vida diaria.

Recientemente, Paula, su hija, cumplió años, y para celebrarla, su madre le realizó dos fiestas de cumpleaños, por lo que Dayana Jaimes no dudó en mostrar las imágenes del festejo.

“Teníamos planeado viajar en el fin de semana a Barranquilla porque era puente, por eso le hice algo aquí el viernes, en la casa, con sus amiguitos del conjunto y también del colegio. Y el domingo decidimos hacer algo con los primitos, algo pequeñito con ellos y algunos amigos de ella allá. Un amigo me mandó a hacer una decoración muy especial y la torta, y la pasamos muy rico. Ellos se divirtieron muchísimo”, sostuvo.

Sin embargo, esta situación le generó críticas por parte de sus seguidores, quienes le cuestionaron qué hace para ganarse la vida.

Las críticas

Una persona cuestionó a Dayana acerca de la procedencia de su dinero para costear sus gustos y los cumpleaños de su hija. Sin embargo, ella respondió sin reservas utilizando las siguientes palabras:

"No obtengo el dinero de ninguna fuente en particular. Me encantaría tener una fuente inagotable de riquezas, como un saco mágico o una gallina que ponga huevos de oro, pero no tengo esa suerte. Como muchas personas, he tenido que trabajar para darme mis caprichos, asegurarme de que mi hija esté bien y lograr mi propio bienestar".

Posteriormente, reveló que, a diferencia de las creencias comunes, ella no solo desempeñó el papel de esposa de Martín Elías, sino que también se dedicó a estudiar y obtuvo su título universitario. De hecho, es gracias a eso que se mantiene firme en el presente.

"Fui bendecida y tuve la suerte de graduarme en 2011, y para el año siguiente, en 2012, ya estaba trabajando. Desde entonces hasta el día de hoy, continúo ejerciendo mi profesión y también adentrándome en el mundo digital. No tengo motivos de queja, me considero una persona muy afortunada".