Corte penal Internacional emite orden de arresto contra Vladimir Putin, ¿de qué se le acusa?

La Corte Penal Internacional de La Haya emitió una orden de detención contra el presidente de Rusia Vladimir Putin, de igual forma, se ha presentado una segunda orden de arresto contra Maria Lvova-Belova, quien es comisaria de Moscú para los derechos de la infancia.

Los cargos contra los acusados son por crímenes de guerra, pues Rusia ha sido señalada por deportar a miles de niños ucranianos al país, una investigación que comenzó algunas semanas después de la invasión a Uucrania.

De acuerdo con los investigadores y magistrados que llevan el caso y que han constatado los hechos durante el conflicto, dieron sus razones para seguir la línea de investigación que ha tenido prioridad desde el comienzo de la invasión hace ya más de un año: "los niños y adolescentes no pueden ser tratados como botín de guerra".

Los jueces que dictaron sentencia, la italiana Rosario Aitala, la japonesa Tomoko Akane y el costarricense Sergio Ugalde aceptaron las peticiones del fiscal Karim Khan para que el presidente ruso responda por los cargos que se le imputan en la Corte Internacional.

Así reaccionó Moscú ante la acusación

La portavoz del Kremlin, Maria Zakharov fue tajante al mencionar que "Las decisiones de la Corte Penal Internacional no tienen ningún valor para nuestro país, ni siquiera desde el punto de vista legal". Por otro lado, Kiev considera esta decisión como "histórica", pues en voz de su fiscal general, Andrij Kostin, Ucrania mantendrá su “estrecha cooperación con la Corte Penal en los casos de deportación forzosa de niños ucranianos” un asunto sobre el cual de acuerdo con el funcionario se han entregado todas las pruebas necesarias.

Las conclusiones a las que llegaron los jueces, fue que la comisaria rusa para los derechos de los niños, Maria Lvoca-Belova dio la orden para que adolescentes y niños fuera enviados centros bajo el mando de Moscú a pocas semanas del comienzo de la invasión.

En mayo de 2022, el presidente Putin habría firmado un decreto para que los menores ucranianos obtuvieran la nacionalidad rusa, luego serían enviados a campos de reeducación rusos para posteriormente ser entregados a sus nuevas familias.

Al tratarse de una orden internacional a los jefes de estados no se les permite inmunidad sobre todo si están vinculados en casos de crímenes de guerra, contra lo humanidad o genocidio y si bien los anlsitas consideran que estos momentos la detención es improble, los movimientos rusos se verán restringidos en el conflicto.

AG