Una historia que se suscitó hace 13 años permanece en la boca y la mente de las personas alrededor de toda Colombia, en lo que parecía ser un hecho trágico terminó siendo más turbio de lo que las autoridades pensaban al inicio de su investigación, dejando un caso que después de 13 años continúa siendo debatido.

Fue el 10 de junio del 2009 cuando una madre llamó a las autoridades para denunciar que dos hombres y una mujer entraron a su casa y se llevaron a su hijo de la casa, además de comentar que los delincuentes la habrían trasladado hasta un sector de la vía principal en un Renault 4 de color azul, en donde la dejaron sola y se llevaron a su bebé.

La noticia se convirtió en un tema nacional y así comenzaron las movilizaciones, carteles y marchas para que se resolviera el caso de manera rápida y se diera con el paradero de los presuntos delincuentes; las autoridades buscaron agilizar las cosas ofreciendo 70 millones de pesos en recompensa para dar con los ladrones y así poder arrestarlos.

Las cosas tomaron un giro inesperado cuando el bebé fue encontrado 12 días después en una bolsa negra en el sector del cañón del Chicamocha; el giro del caso se dio cuando, entre lágrimas y molestias del pueblo, se arrestó a la madre del niño, Johana Andrea Macías, como sospechosa principal del crímen.

Tras diversos interrogatorios y la continuación de la investigación, se determinó que Johana era culpable y fue detenida por homicidio agravado, para al final ser sentenciada  a 37 años y seis meses de cárcel en diciembre del 2011; a la fecha, la madre se encuentra detenida en la cárcel de mujeres de Cúcuta, en un caso que pasó de las lágrimas del pueblo a la molestia con una madre que terminó con la vida de su hijo.

Lo que en realidad sucedió con el bebé de 6 meses

Los investigadores comenzaron a sospechar de Johana cuando los números no concordaban, ya que los vecinos dijeron que el día del supuesto secuestro del niño no notaron nada extraño en sus alrededores. Todo se tornó más confuso cuando Johana comentó que el candado del hogar estaba puesto cuando ella regresó, algo que no cuadró con las autoridades, pues no creían que los criminales se tomarían el tiempo de cerrar la casa tras irrumpir en ella.

Fue ahí cuando la madre cambió sus declaraciones, diciendo ahora que los sospechosos le habían llamado por teléfono para tomar un taxi junto a su hijo y los encontraran en el lugar de los hechos. 

De acuerdo con registros de la época, cuando los investigadores preguntaron a Johana que los llevara al lugar donde perdió a su hijo, la sospechosa susurró algo en el oído de su madre y se desmayó. ”Una vez llegaron al punto donde supuestamente había entregado al niño, aproximadamente cinco kilómetros adelante del peaje, y a 40 minutos de Pie de cuesta, Johana se acercó a una policía y le dijo: ‘Tengo que decirle que tenía el niño en una bolsa y lo arrojé a un barranco’ “, se puede leer en el medio El Tiempo.

JAP